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EN EL DIARIO DE JEREZ, ARTÍCULO SOBRE EL CURA SCOUT DON CARLOS GONZÁLEZ
Antonio Alaminos - Castor Precavido 21/07/2008 17:24:30DIARIO DE JEREZ, GRUPO JOLY, TRIBUNA LIBRE
Cura Carlos
Por, José Ángel Sánchez Abrines / Presidente De La Asociación De Antiguos Scouts Y Guías De La Provincia De Cádiz | Actualizado 21.07.2008
NO resulta nada difícil poder hacer un recordatorio de D. Carlos González García-Mier, el Cura Carlos, aquel hombre que recién salido del seminario de Madrid, a su vuelta a Andalucía y por encargo del entonces Cardenal Bueno Monreal fundaba el Escultismo Católico primero en Sevilla y luego en Jerez de la Frontera.
Y no es difícil hacerlo para los que hemos tenido la inmensa suerte de vivir desde muy jóvenes al lado de este impresionante hombre, comprometido con su fe y comprometido con sus semejantes, quien nos trasmitió la fuerza y la energía del ideario del Escultismo que con su ejemplo y sus enseñanzas hizo que muchos niños y jóvenes descubrieran el valor del compromiso social. Porque en aquellos años, 1960, no era fácil emprender toda una aventura de un movimiento juvenil, ajeno a los idearios del régimen político imperante en aquellos días. En el incipiente nacer del Escultismo Católico en Sevilla, los scouts tuvieron ocasión de demostrar a sus paisanos, en la fatídica inundación del Tamargillo de lo que eran capaces y con el Cura Carlos al frente se lanzaron a prestar ayuda allí donde hiciera falta.
Y en Jerez de la Frontera, con sus scouts de la Patrulla Jabatos se ocuparon de ir levantando viviendas en la hoy Barriada de Cuartillos, con pocos medios, pero con una gran ilusión de poder ser útiles.
Y con los scouts del Grupo Fortun de Torres de Jerez, marchaban muchas navidades a Benamahoma y organizaban una "Cabalgata de Reyes" y repartían juguetes a todos los niños y niñas y luego fueron Atajate y otras poblaciones de la Serranía de Ronda las que aun recuerdan como aquellos intrépidos jóvenes organizaban en Navidad todo un tinglado de actividades para compartir unos días con los habitantes de estos pueblos.
Y al frente de ello siempre el Cura Carlos, el que hacia de Rey Mago, el que se montaba en un burro y hacían la representación de la llegada de los Reyes Magos. Por eso cuando a D. Carlos lo nombraron una vez Rey Mago de Jerez, el ya tenían tras de si una gran experiencia en representar a este personaje de la tradición cristiana.
Y antes de que la Sierra de Grazalema fuese Parque Natural y Reserva de la Biosfera, ya el Cura Carlos y los scouts la habían descubierto palmo a palmo y por eso no es extraño encontrar hoy a muchos antiguos scouts y guías que aprendieron a descubrir y a amar la naturaleza en esta Sierra.
D. Carlos nunca fue un hombre impositivo, todo lo contrario era muy fácil trabajar en equipo con el, nos dejaba hacer a los responsables scouts y a sus scouts, donde han crecido hombres y mujeres muy comprometidos en todos los campos de la actividad humana.
Recuerdo con especial significación dos de los últimos momentos vividos con el. Uno en la Eucaristía de la pasada Asamblea General del MSC celebrada en nuestra ciudad el pasado mes de mayo. Allí y sin que el lo supiera le hicimos un pequeño homenaje al finalizar el acto y el otro y último, unos días antes de caer enfermo en la Asamblea de la Asociación de Antiguos Scouts y Guías de la Provincia de Cádiz, donde participó y convivió con los presentes.
Pues D. Carlos ha marchado al gran campamento de paz y alegría, donde ha instalado su tienda, junto a la del Gran Jefe, para toda la eternidad y desde donde de seguro nos animará en nuestro compromiso de servir a los demás sin esperar recompensa.
Cura Carlos
Por, José Ángel Sánchez Abrines / Presidente De La Asociación De Antiguos Scouts Y Guías De La Provincia De Cádiz | Actualizado 21.07.2008
NO resulta nada difícil poder hacer un recordatorio de D. Carlos González García-Mier, el Cura Carlos, aquel hombre que recién salido del seminario de Madrid, a su vuelta a Andalucía y por encargo del entonces Cardenal Bueno Monreal fundaba el Escultismo Católico primero en Sevilla y luego en Jerez de la Frontera.
Y no es difícil hacerlo para los que hemos tenido la inmensa suerte de vivir desde muy jóvenes al lado de este impresionante hombre, comprometido con su fe y comprometido con sus semejantes, quien nos trasmitió la fuerza y la energía del ideario del Escultismo que con su ejemplo y sus enseñanzas hizo que muchos niños y jóvenes descubrieran el valor del compromiso social. Porque en aquellos años, 1960, no era fácil emprender toda una aventura de un movimiento juvenil, ajeno a los idearios del régimen político imperante en aquellos días. En el incipiente nacer del Escultismo Católico en Sevilla, los scouts tuvieron ocasión de demostrar a sus paisanos, en la fatídica inundación del Tamargillo de lo que eran capaces y con el Cura Carlos al frente se lanzaron a prestar ayuda allí donde hiciera falta.
Y en Jerez de la Frontera, con sus scouts de la Patrulla Jabatos se ocuparon de ir levantando viviendas en la hoy Barriada de Cuartillos, con pocos medios, pero con una gran ilusión de poder ser útiles.
Y con los scouts del Grupo Fortun de Torres de Jerez, marchaban muchas navidades a Benamahoma y organizaban una "Cabalgata de Reyes" y repartían juguetes a todos los niños y niñas y luego fueron Atajate y otras poblaciones de la Serranía de Ronda las que aun recuerdan como aquellos intrépidos jóvenes organizaban en Navidad todo un tinglado de actividades para compartir unos días con los habitantes de estos pueblos.
Y al frente de ello siempre el Cura Carlos, el que hacia de Rey Mago, el que se montaba en un burro y hacían la representación de la llegada de los Reyes Magos. Por eso cuando a D. Carlos lo nombraron una vez Rey Mago de Jerez, el ya tenían tras de si una gran experiencia en representar a este personaje de la tradición cristiana.
Y antes de que la Sierra de Grazalema fuese Parque Natural y Reserva de la Biosfera, ya el Cura Carlos y los scouts la habían descubierto palmo a palmo y por eso no es extraño encontrar hoy a muchos antiguos scouts y guías que aprendieron a descubrir y a amar la naturaleza en esta Sierra.
D. Carlos nunca fue un hombre impositivo, todo lo contrario era muy fácil trabajar en equipo con el, nos dejaba hacer a los responsables scouts y a sus scouts, donde han crecido hombres y mujeres muy comprometidos en todos los campos de la actividad humana.
Recuerdo con especial significación dos de los últimos momentos vividos con el. Uno en la Eucaristía de la pasada Asamblea General del MSC celebrada en nuestra ciudad el pasado mes de mayo. Allí y sin que el lo supiera le hicimos un pequeño homenaje al finalizar el acto y el otro y último, unos días antes de caer enfermo en la Asamblea de la Asociación de Antiguos Scouts y Guías de la Provincia de Cádiz, donde participó y convivió con los presentes.
Pues D. Carlos ha marchado al gran campamento de paz y alegría, donde ha instalado su tienda, junto a la del Gran Jefe, para toda la eternidad y desde donde de seguro nos animará en nuestro compromiso de servir a los demás sin esperar recompensa.